No sería yo mismo si en este espacio únicamente colgase fotografía de encargo, el escape y aire puro vital y necesario que me proporciona realizar fotografía llamada de autor me dan para seguir un rato más, y después de un tiempo publicando trabajos me apetece compartir una colección personal que habla de mi relación con mi entorno habitual desde siempre y del afecto que le tengo al mar, para mí fundamental pues nací y crecí cerca del mediterráneo, tanto en mi lugar de origen como en el que vivo ahora, nunca he dejado de tener el mar a la vista.
Tiene algo que no puede explicarse, una atracción que no puede medirse. Tanto invierno, primavera, como verano y otoño, la playa es un punto de reencuentro cíclico con uno mismo: te refresca el alma, te hace reflexionar, te impone respeto, te alegra los días de verano, te aplaca los nervios y te devuelve la paz cuando dudas.
A ver si puedo mostrar lo que siento con imágenes.






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