No se suelen prodigar los retratos con motivo de carnaval, aunque siempre alguno se hace, y yo encantado. De una de estas mini-sesiones extraigo un fragmento que para mí representa una de estas imágenes que me gustan muchisimo, retrato sencillo y con la iluminación clásica pero que le viene como anillo al dedo por el estilismo, un solo punto de luz y una pantalla. Clic, clac y el chas del obturador ¿Para qué más? Cuando más simple, mejor y auténtico.
Aprovecho para comentar que se avecinan unos cambios importantes, en breve me traslado a otro estudio, con unas instalaciones más recientes y estética renovada, eso sí: Ilusión, ganas y empeño en hacerlo bien, las mismas.
Nos vemos pronto.

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