Es de mi agrado, como ya he comentado en otras ocasiones, combinar trabajo y vida familiar para compartirla en el blog. Ésta vez aporto unas instantáneas de mi pequeña familia en un viaje a Córdoba hace unos años, hechas con una compacta pero ya se sabe que lo que cuenta es lo que cuentan en sí, al menos para mí.
Si una reflexión puedo concluir de mis vivencias, es que la vida se compone de un puzzle de nuestro propio mapa del mundo, que vamos montando cada día sin saber la hora, ni la fecha ni el lugar donde se formará esa pieza que pasará a integrarse y encajar en nuestra memoria de forma imborrable. Los momentos únicos, no son tan escasos como se suele decir: los hay. Sólo es cuestión de saber reconocerlos, siendo consciente de que algo mágico está ocurriendo y que hemos sido capaces de vivirlo plenamente. A fin de cuentas, puede que sea lo único realmente importante de nuestro paso por esta tierra.
Gracias a todos por estar allí.



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