Ésta es una serie de imágenes que nada tiene que ver con el resto de mi actividades del estudio, hay que salir a la calle de vez en cuando y dar rienda suelta al ojo para observar y al dedo para que dispare a todo lo que se mueve, aunque en éste caso lo único que se movía era el barco en el que navegaba y que realiza el trayecto Tabarca-Santa Pola, de regreso a casa.
La cubierta superior de un barco puede ser el encuentro perfecto con lo abstracto cuando buscas estar sólo, y allí me encontré con curiosos compañeros de viaje.
Pasen y vean. Gracias por estar allí al otro lado y seguirme.






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