Hoy una foto que tiene un año precisamente, y que al volver a verla me emociona por su atemporalidad. El gesto de la niña es tan genuino, tan... no sé. Me emociono aún hoy al contemplarla. Creo que lo que más me gusta de una fotografía, es que consiga atraparte, cautivarte, y haga despertar en tí una emoción, sin perder nunca su esencia con el paso del tiempo. Es por lo menos lo que me ocurre con ésta foto.
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